Dada la situación actual de la raza zamorano-leonesa, catalogada en peligro de extinción desde 1987, es fundamental conseguir optimizar los resultados reproductivos. Para ello, hemos puesto en práctica técnicas de reproducción asistida que contribuyen a la eficiencia y mejora sanitaria de los reproductores, asegurando así su función. La inseminación artificial nos permite disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades venéreas, conocer la calidad de nuestros sementales y facilitar la posibilidad de cubrir burras en zonas donde no se dispone de sementales.
Esta técnica conlleva un estricto control reproductivo de las hembras, que nos aporta información sobre el estado sanitario general de los animales y su situación reproductora.
Desde el año 2003 se ha trabajado en el desarrollo de cada temporada reproductiva (desde el mes Marzo hasta Julio) y actuando de dos formas diferentes: por un lado se realiza el control reproductivo en los puntos donde existe una parada de sementales y por otro, se establecen circuitos de inseminación artificial.
Control reproductivo de las hembras servidas en las paradas de sementales. Con ello, podemos diagnosticar posibles patologías que afectan al funcionamiento reproductivo de las burras y asesorar al ganadero en el manejo más adecuado para sus animales, además de confirmar gestaciones. Para ello, se revisan todos los animales al principio y al final de la temporada, haciendo un seguimiento de los animales problemáticos, así como cuando el ganadero lo precisa.
Circuitos de inseminación artificial en áreas donde no existe una parada cercana para servir las burras de la zona (principalmente en las comarcas de Aliste y Sayago). También se presta servicio a ganaderos aislados de estos puntos por su dificultad para desplazarse con sus animales.